23 febrero 2009

Vacaciones de febrero.

Aprovechando las vacaciones de febrero, decidimos hacer un nuevo viajecillo por Europa. Esta vez visitamos nada menos que ciudades de cuatro países: Lille (Francia); Bruselas (Bélgica); Colonia (Alemania) y Amsterdam (Holanda).

Bruselas.

¡Me encantó! Antes de venir no tenía grandes expectativas sobre la ciudad, y me encontré con que era una auténtica preciosidad. Lo más bonito, la "Grand Place", patrimonio de la humanidad.

En Bruselas se debe visitar la famosa fuente del "Maneken Piss", además del "Atomium" y de las principales instituciones de la Unión Europea. Y por supesto no olvidarse de probar la cerveza y el chocolate belgas. Destacar la amabilidad de la gente. Muchos, si te veían con un plano por la calle, se ofrecían para ayudar. Una ciudad sin prisas.


Junto al Maneken Piss.


Colonia.


La ciudad fue prácticamente arrasada en la II Guerra Mundial, por eso es muy moderna. Su gran catedral se mantuvo en pie.

Me sorprendió mucho la vista al salir de la estación de tren, y encontrarme con la catedral justo enfrente. Contra lo que pueda parecer, la moderna estación no desentona para nada con el entorno.

Por la ciudad pasa el río Rhin. Impresiona ver su anchura y cómo por él navegan barcos cargados de mercancías. Decir también, que en Colonia se celebran unos de los carnavales más famosos de Europa.


Foto de Elemaki en wikipedia.org


Amsterdam.

Si váis a Amsterdam os recomiendo que alquiléis una bicicleta porque os lo pasaréis genial y podréis llegar a muchos más sitios. No son demasiado caras. Nosotros por 2 días pagamos 17 € (por persona). En la ciudad se veían casi más bicicletas que coches.



Amsterdam, como ya sabréis, es una ciudad muy turística y con mucha animación, pero que también cuenta con infinidad de museos muy interesantes. Si tuviese que quedarme con alguno de ellos, escogería el museo Van Gogh, porque pocas veces se tiene la ocasión de ver algo igual. ¡Sus cuadros son mágicos! ¡Sería capaz de pasarme horas enteras mirando alguno de ellos!


14 febrero 2009

A Londres y a Estocolmo por un céntimo.

Por un céntimo. Así es. Antes de las Navidades nuestra amiga Rocío nos hizo un regalo aprovechando una oferta especial de Ryanair. Un viaje en avión a Londres y a Estocolmo por un céntimo cada uno. ¡Quién me iba a decir a mí que este año iba a pasarme por Suecia!

Londres.


A veces resulta difícil encontrar a ingleses por el centro de la ciudad, debido a la cantidad de gente de todas partes del mundo que hay.

A diferencia de París, dónde la mayoría de los extranjeros que se ven por el centro son turistas. En Londres, aunque también hay muchos, estos son más bien estudiantes y gente que se instala aquí para vivir o trabajar. Una verdadera ciudad cosmopolita.


En uno de los clásicos buses de Londres.

Estocolmo.

¡Qué frío! ¡No podríamos haber elegido mejor época para venir! Aunque acercarse a Estocolmo siempre merece la pena.

La ciudad está asentada sobre un conjunto de 14 islas unidas por puentes. El casco histórico está en la islita de Gamla Stam, en el centro. En muchas zonas entre las islas, el mar estaba congelado.

Pese a que la cultura sueca es parecida a la nuestra, de los países de Europa en los que estuve, Suecia fue donde más sentí que estaba de verdad en el extranjero. Por la distancia, por el clima, por la arquitectura, que es bastante diferente a la nuestra y por encontrarme gente alta y rubia por todas partes...




A pesar del tiempo, a mucha gente de Estocolmo le gusta tomar... ¿El sol?


04 febrero 2009

Moverse barato por la France.


Auto-stop.

Esto es algo que me ha chocado mucho ya que pensaba que sólo ocurría en las películas, pero resulta que es muy común en Francia.

Conozco a dos chicos argentinos que lo probaron en las vacaciones de Toussaint y con muy buen resultado, ya que hicieron la ruta de los castillos del Loira, desde Orleans hasta Nantes, a dedo.

Ellos simplemente ponían un cartelito con el nombre de la ciudad a la que querían ir y así fueron pasando de un lugar a otro. ¡Esto sí que es montarse unas vacaciones a precio!

Covoiturage.

Consiste en que una persona que va a viajar sóla en coche a algún sitio, ofrece los asientos libres a cualquiera que esté interesado, a cambio de compartir los gastos de gasolina.

Hay una web en la que se pueden encontrar anuncios de este tipo: www.covoiturage.fr. Además, es muy frecuente encontrar anuncios también en los tablones de las facultades.

Es una opción muy buena para acercarse el viernes a alguna ciudad a pasar el fin de semana y regresar el domingo, ya que este tipo de viajes son los más frecuentes. Aunque también funciona muy bien para recorridos más largos.

Nosotros lo utilizamos para ir un fin de semana desde Rennes hasta Angers. Éramos 4 personas más el conductor y le pagamos 4 euros cada uno.