Es una ciudad pequeña y tranquila, con una gran calidad de vida. En Lugo todavía se puede ir andando al trabajo. Y también tenemos tapas. En cualquier bar, al pedir una consumición, vendrá siempre acompañada por tapas y ¡gratis! Algo que no he visto todavía en ninguna otra ciudad. Por eso solemos salir a tomar algo con los amigos y de paso cenar a base de tapeo. Sólo nos faltaba una playa, pero dónde esté el río Miño...
Lugo tiene 2.000 años de historia a sus espaldas. Aquí tenemos uno de los monumentos más espectaculares y a la vez más desconocidos de España. Nuestra muralla romana, declarada Patrimonio Mundial de
Pero en Lugo no llamamos muralla a un muro de piedra, como hacen en otras partes. Se trata de la única muralla romana del mundo que se conserva íntegra en todo su perímetro. Con más de
El gran problema de Lugo es la falta de industria. Y si no hay industria no hay empleo, y si no hay empleo puede que muchos tengamos que marcharnos a buscarnos la vida a otra parte. En los próximos años está prevista la ampliación de nuestro polígono industrial. Sólo queda esperar que nuestros políticos estén a la altura de las circunstancias y oferten el suelo a precios atractivos para provocar el asentamiento en Lugo de empresas de referencia.
A Lugo le debo el ser como soy. Tal vez su condición de ciudad pequeña, periférica, con tantas cosas por conseguir, me haya contagiado un carácter reivindicativo y luchador, todavía capaz de ilusionarse con todo lo que está por venir. Es por eso, por lo que si volviera a nacer, me gustaría volver a ser lucense.