15 julio 2009

C'est fini.

Se terminó. Ésta será la última entrada del blog. Ha sido un placer haber compartido con todos vosotros tantos buenos momentos de este añito en Rennes. Pero mi Erasmus se terminó, y con él mi blog se termina también.

Muchas gracias a todos por haberme leído durante todo este tiempo, por vuestros comentarios y por todo vuestro apoyo. Sin vosotros no hubiera sido posible. Tengo que reconocer que me lo he pasado genial escribiendo este blog y que no me imaginaba que pudiese haber tantas cosas que contar, y las que quedaron…

Espero que lo hayáis disfrutado tanto como yo, y a los futuros Erasmus de Rennes, espero que encontréis aquí información que os pueda resultar útil para preparar vuestro Erasmus y para conocer un poco más la ciudad antes de venir.

Para terminar, decir que no descarto volver a hacer algo parecido en el futuro. Si lo hago, por supuesto, os lo haré saber.

A seguir dándolo todo. Un abrazo.

Martín.

No fue un sueño. Fue real.


La expresión que más escuché decir a la gente en el momento de marcharse fue: - "Que el Erasmus había sido un sueño" - Es cierto que un año tan intenso como éste, con tantas experiencias y aventuras, es algo irrepetible.


Poder hablar diferentes idiomas en un mismo día. Convivir con gente de tantos países distintos y aprender y compartir tantas cosas con ellos es algo excepcional.


Pero todo esto, aunque pueda parecerlo ahora que volvemos a casa, no ha sido para nada un sueño. Todo el mundo tiene que volver al lugar que le corresponde, es lo normal. Pero lo hará llevándose consigo una maleta cargada de recuerdos y experiencias, hablando un nuevo idioma y con amigos por todo el mundo. Y eso es desde luego, algo muy real y algo por lo que tenemos que estar contentos.


09 julio 2009

¿Se aprende bien un idioma yéndose de Erasmus?

La respuesta es sí. Y no es tan determinante el nivel que se tenga del idioma antes de venir, como la motivación que se tenga para aprenderlo, una vez en nuestro país de destino. Asimismo otro ingrediente fundamental es no pasar todo el tiempo con gente que hable español. Sobretodo al principio que es cuando más se aprende. Lo ideal sería tratar de hablar con algún francés, o por lo menos con otros estudiantes extranjeros que hablen el francés mejor que nosotros. Para que así nos empujen a aprender. Todo ello no quiere decir que esté prohibido hablar español.

Después de 9 meses en Francia, puedo decir que soy capaz de mantener una conversación en francés con cualquiera y prácticamente sobre cualquier tema. Aunque para empezar a hablar el idioma hace falta bastante menos tiempo.



Imagen extraída de: http://lores.soy.es/page/3/


Al principio del Erasmus todo es muy difícil. La comunicación es posible, aunque pronto uno se da cuenta de lo difícil que es mantener una conversación en condiciones. Tener una base gramatical y de vocabulario buena ayuda. Aunque la falta de fluidez con el idioma hace que hablar con cualquiera suponga un gran esfuerzo. Por nuestra cabeza fluyen frases y frases, aunque acertar con la frase más adecuada para cada momento, no siempre es fácil. Uno se siente bastante limitado. Los primeros días son siempre agotadores.

El oído, pronto empieza a acostumbrarse al nuevo idioma. En unas dos semanas hablando en francés a diario, ya somos capaces de entender una buena parte de las cosas que nos dicen, aunque todavía nos cueste hablar con soltura. Es al cabo del primer mes, después de tortuosas y tortuosas conversaciones, cuando ya se empieza a hablar con comodidad. A tal punto habremos escuchado y aprendido ya, las expresiones más usuales del idioma. Y es por eso que yo creo que para realmente tener progresos a la hora de aprender un idioma, el periodo mínimo que se debe de estar en el extranjero es de un mes. Y si pueden ser 2... ¡Mejor que mejor!

Una de las cosas que más me sorprendieron, fue cuando me dí cuenta de que era capaz de copiar lo que dictaban los profesores en clase. Esto me ocurrió al cabo de 1 mes y medio de llegar aproximadamente. Al principio, tenía que mirar a menudo por mis compañeros muchas palabras que no entendía. Aunque poco a poco ya casi no necesitaba ayuda. ¡Ésta es sin duda una de las sensaciones más gratificantes! ¡Indicio de que estás empezando a dominar el idioma!

En los 2 ó 3 primeros meses de mi Erasmus fue cuando más avancé en todo el año y cuando realmente me hice con mi base sólida de francés. A partir de aquí se sigue aprendiendo, aunque los progresos son más lentos. Fundamentalmente se continúa mejorando en: pronunciación, tiempos verbales, expresiones cotidianas, bromas, vocabulario, argot...


01 julio 2009

Al sur de Francia.

Ésta era la última zona de Francia que nos quedaba por conocer. ¡Y tuvimos mucha suerte porque hizo buen tiempo y pudimos ir a la playa!

Recorrido: Burdeos, Toulouse, Carcassonne, Marsella, Niza y Mónaco.


Burdeos: es una ciudad de aspecto clásico. Muy elegante. El centro se ve muy ordenado y con las calles y los edificios impecables. Es muy bonita la zona para pasear a orillas del río Garona.


Toulouse: una ciudad completamente distinta al resto de las que conocí en Francia. Se parece mucho más a una ciudad española. Los edificios son de color anaranjado y rosado. (A Toulouse se la conoce como la ciudad rosa). Personalmente, a mí me recordó mucho a Zaragoza, sobretodo a la zona próxima al río Ebro. Comparte el río Garona con la vecina Burdeos. Tiene mucha marcha y mucho ambiente universitario.


Toulouse. Imagen extraída de: http://depts.drew.edu/fren/study_abroad.htm



Carcassonne: merece la pena visitar su impresionante castillo medieval en lo alto de una montaña, con su doble sistema murallas. La ciudad está muy próxima a España.


Marsella: existe el mito, muy extendido, de que esta ciudad no es bonita, pero yo más bien pienso todo lo contrario. Tiene mucho encanto. Sobretodo la zona del puerto viejo.


Desde Marsella se pueden tomar buses urbanos hasta la cercana zona de Les Calanques. Unas playas salvajes, a las que se llega después de atravesar un pequeño bosque y descender por unas escarpadas montañas. El premio final, bañarse en estas ocultas playas vírgenes, merece la pena.


Les Calanques. Un paraíso perdido. Si os acercáis a Marsella no os podéis perder esto.



Niza:
el destino más cosmopolita del viaje. Por momentos casi oímos hablar más en inglés o en español que en francés. ¡Llenísimo de turistas!


La ciudad tiene un paseo marítimo enorme con playas. Aunque éstas no son de arena, sino de piedrecillas.


Mónaco: muy pequeñito, aunque bastante bien aprovechado todo el espacio.


En Mónaco es posible pasearse por las calles por donde transcurre el Gran Premio de F1. Incluso por el túnel del circuito.


Asimismo, cualquiera puede entrar libremente al casino de Montecarlo. Aunque solamente a la zona de máquinas de juego. Para acceder a la zona de apuestas es necesario pagar 10 euros.


En Mónaco me llamó mucho la atención lo elegante que iba vestida la gente. En plena tarde era frecuente encontrarse tanto a hombres como mujeres vestidos con sus mejores galas.