12 octubre 2008

Primer mes con mi nuevo idioma.

Antes de venir a Francia, cuando estudiaba francés, no pasaban de ser unas pocas horas cada semana. Y una vez que terminaba, desconectaba por completo del tema. Cuando estás de Erasmus todo es muy distinto. Estás completamente sumergido en el idioma. Estás aprendiendo continuamente.

Cada día estás escuchando y hablando francés en la residencia, en la facultad y en el comedor universitario. También cuando vas por la calle, viendo vallas publicitarias, escuchando alguna conversación en el bus, al hacer compras, al tomar un café...

Recuerdo que lo peor de los primeros días era que no tenía soltura al expresarme. Tenía que pensar mucho antes de hablar. En la residencia, cada vez que salía por la puerta de mi habitación y me encontraba con alguien, estaba deseando decirle mil cosas y no sabía muy bien cómo. Así, un día tras otro y poco a poco, sin darte cuenta, voilà, cogiendo cosas de aquí y de allá, expresiones que le escuchaste decir a alguien, frases que leíste en el periódico, etc. Vas aprendiendo a desenvolverte y a hacerte entender.

Sólo llevo un mes aquí y esto me gusta cada vez más. Seguiremos informando.


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