01 diciembre 2008

Probando una tartifflete.

Este domingo mi amiga Laurène me invitó a su casa a probar una tartifflete, un plato típico francés.

Laurène es una chica francesa a la que le estoy enseñando gallego. Todas las semanas quedamos un día para hablar un poco en francés y otro poco en gallego. De momento Laurène no habla demasiado en gallego, aunque me entiende, porque sabe español y dice que los dos idiomas son muy parecidos. Además, es estudiante de Traducción e Interpretación.

¿Os preguntaréis qué hace una francesa aprendiendo gallego? Pues esto es porque el novio de Laurène es gallego. Estudia en París. Y Laurène quiere aprender nuestro idioma. ¡Qué bonito!


Coa miña amiga Laurène, que ao final deste curso seguro que xa falará en galego.


Comió también con nosotros Mélanie, su compañera de piso. Una chica que estudia Música y practica danza bretona desde que era pequeña. En Bretaña, la música celta tiene mucho tirón y todas las semanas se celebran fiestas de este tipo. (Las Fets-Noz).


En esta foto, con Mélanie.


Gran invento la tartifflete. Por supuesto, asistí a su proceso de elaboración y creo que tenemos que importar esto. Aunque su nombre engaña, no es una tarta como yo pensaba.

Para preparar una tartifflete. Primero se cuecen patatas y se echan en una olla. Por encima se echa cebolla picada y trocitos de tocino y un poquito de nata líquida que llegue bien hasta el fondo. Se cubre todo con Reblochon, un tipo de queso para fundir en el horno, que es el último paso. Y voilà!




Imagen extraída de http://www.leonfargues.fr/